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"VENERABLE Y FERVOROSA HERMANDAD DE LA CORONA DE ESPINAS,CONGREGACIÓN DEL PECADO MORTAL, SANTA CARIDAD Y COFRADIA DE NAZARENOS DEL SANTISIMO CRISTO DE LAS AGUAS, SANTO ENTIERRO Y ORDEN TERCERA DE LOS SIERVOS DE MARIA SANTISIMA DE LOS DOLORES."




LA HERMANDAD.



Las primeras noticias que han llegado hasta nosotros relativas a la Hermandad del Santo Entierro y Ntra. Señora de la Soledad aparecen en un documento fechado en 1614 conservado en el Archivo General del Arzobispado de Sevilla.

 El primitivo título de la Hermandad fue como sigue: “Hermandad de la Corona de Espinas de Cristo Señor Nuestro, Siervos de María Santísima de los Dolores, Congregación del Pecado Mortal y Santa Caridad”. Fue fundada en el Altar del Santísimo Cristo de las Aguas y de María Santísima de los Dolores, sita en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de las Virtudes de esta Villa de la Puebla de Cazalla, en el día 14 de mayo de 1.731, y aprobadas sus primeras Reglas por el Real y Supremo Consejo de Castilla, en Sala Primera de Gobierno el día 25 de junio de 1.782.



Parece ser que el origen de la Hermandad fue como a continuación se detalla:

Cuando el Sr. Arzobispo de Sevilla, D. Jaime Palafox, afines del siglo XVII fundó en Sevilla la Congregación de Cristo Coronado de Espinas y Madre de la Esperanza, para que se pidiera por la conversación de los pecadores, los sacerdotes de esta Parroquia de Nuestra Señora de las Virtudes de La Puebla de Cazalla deciden fundar dicha Congregación quedando así erigida nuestra Hermandad en la ya referida fecha del 14 de mayo del año 1.731.

Aquel mismo año consiguen los fundadores que sea agregada esta Hermandad a la Sagrada y Venerable Orden Tercera de los Siervos de María en sus Siete Dolores, erigida canónicamente en la Parroquia de San Marcos de Sevilla, dándole como señal de agregación, el Rector y Corrector de ésta, D. Juan del Ara, el hábito pequeño o escapulario a D. Cristóbal Gallegos Andrade, nombrándole su Corrector, pero con la condición de que a cuantos hermanos se le diera el escapulario debían inscribirse en la de San Marcos de Sevilla.

En el año de 1.733 se le agregaron a las Reglas doce Capítulos por deseo del Sr. Arzobispo de Sevilla D. Luís Salcedo y Azcona, por los que se obligaba a pedir por los que estaban en pecado mortal y se socorría a los pobres y se les enterraba a expensas de esta Hermandad.

En el año de 1.759, el Prior General de la Orden de Siervos de María Santísima de los Dolores daba, en el Convento de San Marcelo, de Roma, una orden para que D. Juan Clemente Lobo, párroco y capellán de la Orden Tercera, y a los sucesores del cargo, pudieran dar el escapulario y admitir a los fieles de ambos sexos que quisieran profesar en la misma.

El Papa Pio VI, por breve del 23 de julio de 1.792, concedía varias indulgencias plenarias a esta Hermandad, y el 11 de mayo de 1.804, el Papa Pio VII concedió indulgencias a los que subiesen de rodillas la Santa Escala que se pondría en la Capilla de los Dolores, a imitación de la escalera de veintiocho peldaños que subió Jesús en el Pretorio de Pilatos, y que se conserva en San Juan de Letrán de Roma. Y se hizo la Santa Escala previo permiso de los patronos de la capilla, que lo eran, Doña María Ana Terrona y sus hijos, los sacerdotes Don Roberto y Don Estevan Villarroel y Terrona.




En el año 1.791 ya tiene la Santísima Virgen su manto de terciopelo azul y vestido o túnica de terciopelo morado.

Esta Hermandad tuvo que trasladarse a la Iglesia del Convento de PP. Mínimos por estar arruinada la Parroquia, esto ocurrió en el año 1.809. En el año 1.817 se terminó la Capilla que se hizo a las sagradas imágenes en el citado Convento, se puso el altar a la manera que está el de la Virgen de los Reyes en Sevilla, o sea, arriba la Virgen de los Dolores y abajo el Señor de las Aguas, poniendo en el lado del Evangelio la Santa Escala. En esta misma disposición continua en la actualidad.

Esta Hermandad siguió siempre celebrando su Septenario de Dolores con pláticas, función de Dolores en su día y procesión por la tarde del mismo día.

Parece que mientras no se arruinó la Parroquia, el Viernes Santo sacaba la procesión del Santo Entierro con su imagen del Señor de las Aguas, y le acompañaba otra Hermandad cuyo titular era la Virgen de la Soledad, de esta última Hermandad sólo hay noticias hasta el año 1.784, en que era Mayordomo Don Salvador Bermúdez de Castro. Esta Hermandad a la que se ha hecho referencia es la Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera+Cruz y María Santísima del Mayor Dolor en su Soledad. Hermandad que sigue existiendo y es una de las cuatro Hermandades que hacen Estación de Penitencia en la Semana Santa de La Puebla de Cazalla.

Ya en nuestra centuria, la Hermandad siguió celebrando su Septenario con Misa solemne el Viernes de Dolores y procesión en ese día, acompañada por un tradicional coro de campanilleros.

El Viernes Santo se celebraba en la Parroquia el denominado Sermón de las Tres Horas de Agonía de Nuestro Señor en la Cruz. Nuestra Hermandad realizaba este culto alternativamente cada año con la Hermandad de la Vera+cruz, ya mencionada, de forma que el año que le tocaba organizarlo a nuestra Hermandad, por la tarde, se sacaba en procesión al Santísimo Cristo de las Aguas, trasladándose al Convento y acompañado también de la Santísima Virgen de los Dolores, por lo que el Cristo de las Aguas salía en procesión un año si y otro no, y la Virgen salía siempre el Viernes de Dolores y, un año si y otro no, el Viernes Santo, al igual que el Santísimo Cristo.

Por otro parte, es importante resaltar que la imagen de la Virgen se libró de la destrucción del año 1.936 en que se quemaron las imágenes y altares del Convento. Esto fue debido a haberse hundido la bóveda de su Capilla unos días antes de esta fecha, y la imagen de la Santísima Virgen fue trasladad a casa de un hermano, donde permaneció por algún tiempo. La imagen del Señor, que era un crucificado, si resultó totalmente destruida.

El año 1.949 fue el primero en que la procesión salió a la calle con sus hermanos vistiendo la túnica de nazareno.

Desde esta fecha hasta finales de la década de los años cincuenta, la procesión se hará alternativamente en Viernes de Dolores o Viernes Santo, el año en que la procesión tocaba salir en Viernes de Dolores, la imagen del Señor no salía en procesión a la calle, saliendo ambas imágenes cuando tocaba salir en Viernes Santo.



La imagen del Cristo de las Aguas Yacente es obra contemporánea del escultor Antonio Castillo Lastrucci, habiendo sido remodelada profundamente y encarnada de nuevo por el escultor Luís Ortega Brú.



La imagen de la Virgen de los Dolores es de bellísima factura, siendo su autor el imaginero, Montes de Oca, considerándose su realización alrededor del primer tercio del siglo XVIII.